Disco

Thurston Moore: 'Spirit Counsel'

(Daydream Library Series, 2019)

Publicado por Carlos Rodríguez - Hace 3 años
Thurston Moore: 'Spirit Counsel'

Thurston Moore es un icono, lo sabe, y lo merece. Su nuevo disco se aleja de las propuestas más convencionales mostradas en sus últimos elepés para adentrarse en la experimentación instrumental y en los pasajes largos. Tres canciones en dos horas y media. Expansión e implosión. Así es este Spirit Counsel.

Alice Moki Jaine es una pieza de sesenta y cinco minutos de duración que tiene varias paradas temáticas en su trayecto. La canción, llamada así en homenaje a Alice Coltrane, la músico sueca Moky Cherry y la poeta Jane Cortez, atraviesa en primera instancia una fase mecida por el post-rock, para dar paso después a una pieza de jam rock. La improvisación supone un lienzo en blanco para el Thurston Moore Group. En esta ocasión Moore ha contado con sus músicos habituales: James Sedwards (guitarra) y Ded Googe (bajista, miembro de My Bloody Valentine). A ellos se les han unido el también guitarrista Jen Chochinov, Jon Liedecker (electrónica) y el batería Jem Doulton, que sustituye al genial Steve Shelley. Hacia la mitad del tema vuelve a las texturas ya rasgadas por bandas como Explosions In The Sky o, incluso, los Sigur Rós más abrasivos.

La cara B del álbum, 8 Spring Street, roza la media hora, casi treinta minutos de discursos entre guitarras, ajenas a la distorsión y cercanas a la naturaleza etérea. La cadencia sonora va creciendo, hasta llegar a un mundo bien conocido por el neoyorkino. El caos eléctrico, cargado de distorsión, se basta y se sobra para mantener la atención del oyente, que no echa de menos la sección rítmica ni vacuos arreglos.

La calma vetea la canción a modo de respiro en una atmósfera negra, sangrante de azufre, serpenteada por estrellas. Según ha revelado el propio Moore esta pieza fue creada a base de improvisaciones, tocadas de forma enérgica, casi a golpes. La idea, creada a la par con Glenn Branca, surgió en una conversación en la que hablaron de cómo les gustaría que sonara el verano.

Galaxies podría ser una banda sonora por sí misma. La tercera y última cara de Spirit Counsel acompañaría sin desatino cualquier obra visual de ciencia ficción o de terror, o de ambos géneros a la vez. De nuevo desprovisto de bajo y batería, Moore engalana acordes, armónicos y punteos, todo facturado con una decena de instrumentos de cuerda. La influencia del desaparecido Branca, mentor del ex Sonic Youth, es más que patente. Puede que este sea el homenaje que Thurston Moore deseaba hacer al genio de Harrisburg.

La canción fue grabada en Londres, en el Barbican Theatre, por doce músicos con guitarras de doce cuerdas. El hecho de que Moore no conociese hasta la fecha a ninguno de los guitarristas, dota a la composición de una gran dosis de ambigüedad, que la faculta para fluir y ser, así, menos estática que sus predecesoras.

Spirit Counsel es un nuevo giro en la carrera de Moore. Tras más de treinta años con la guitarra colgada al hombro, el norteamericano no se cierra en banda, bebiendo y viviendo de la etapa Sonic Youth. Al contrario, lo abraza todo. Su búsqueda parece que no ha hecho otra cosa sino empezar. Los géneros son sólo una excusa para los que escribimos sobre música. Moore agarra la amalgama de noise, jam, avant-garde o lo que demonios sea, para construir su propia autopista sónica.

Más datos en https://www.thurstonmoore.com/