Disco

Melkbelly: 'Nothig Valley'

(Carpak Records, 2018)

Publicado por Carlos Rodríguez - Hace 4 años
Melkbelly: 'Nothig Valley'

La cosa queda en familia. Un matrimonio y una pareja de hermanos. Y ganas de hacer suyo un discurso que va desde el hard rock anglosajón de los setenta al noise punk de los noventa. Son Melkbelly y éste es su Lp de debut: Nothing Valley.

Off the Lot es una apertura sincera. Si buscas algo nuevo, inexplorado, experimental,... éste no es tu disco. Te lo advierto desde ya. Si, por contra, echas de menos a aquellas osadas del riot grrrl y buscas reminiscencias setenteras y de los noventa, sé bienvenido/a. Y bienvenido es el single de este Nothing Valley.

Kid Creative tiene sensibilidad pop y sonido crudo. Ten cuidado con ella pues engancha como una pared de velcro. Es de esas canciones que no se olvidan fácilmente. Más oscura es R.O.R.O.B.. La decadente fórmula a base de repeticiones y acordes graves encuentran en la voz de Miranda Winters el bote salvavidas en el que llevar la canción a buen término. Es como si las inigualables L7 hiciesen la banda sonora de algún film de zombies de serie B. El final de este corte sorprende gratamente. El discurso toma tintes a lo Black Sabbath. Incluso la influencia de los Melvins hace presencia. Sin duda, de lo más atrevido del álbum.

Melkbelly retoma su lado más amable y accesible con Greedy Gull, aunque es cierto que el sonido es deudor tanto de la escena de Los Ángeles de principios de los noventa como de la Inglaterra de los primeros setenta. Otro riff atractivo ratifica que el cuarteto sabe escribir canciones.

Petrified mantiene la buena línea general del disco. Melodías ligeras y oscuras están ensambladas por un sonido que podríamos definir como un híbrido de punk y garage. El cóctel es de lo más atractivo.

Más prescindible es Middle Of... Bueno, hasta que escuchas el final. Una canción mediocre besada por los labios de la velocidad y la distorsión cuando todo parecía irse al carajo. Buen truco.

Twin Looking Motherfucker muestra cierto declive. Lo esencial de Nothing Valley se mantiene, pero la melodía, los riffs,... la brillantez brilla por su ausencia en este corte. El bajón no va a más. De hecho RUNXRN recupera los laureles de la cara A del plástico, donde el stoner, el pop, el heavy-rock y el punk se daban la mano como dos recién casados. El matrimonio vuelve a funcionar. Return to the Pan Candy Muntain es un relleno que no les hace ningún favor. Ya sabéis que estoy en contra de este tipo de... ¿estrategias? Si tu disco tiene diez canciones en vez de once no pasa nada. Nadie va a morir por ello.

Cawthra tiene ciertos aspectos más que interesantes. Comienza como una balada típica neo-pop, pero los norteamericanos retoman la tranquilidad-fuerza-tranquilidad típica de los noventa para presentar una de las composiciones más interesante de este Nothing Valley.

El LP cierra con Helloween. No, no parece un homenaje a la banda de Hamburgo, padres del power metal. Al menos en lo que al estilo se refiere. Melkbelly suena a The Breeders en la parte más ¿indie? del corte. En un brusco giro, la banda se lanza por sendas etéreas y fantasmales. La construcción está siempre a punto de quebrar, pero se mantiene en pie.

El debut de los de Chicago es un soplo de aire en el actual indie-rock norteamericano. Su trabajo está por encima de la media, aunque Nothing Valley no siempre llega al nivel que, por potencial, Melkbelly debería tener. Esperemos mucho de ellos en el futuro porque, por capacidad, nos lo pueden dar.

Más datos en https://melkbelly.bandcamp.com/