Disco

Kevin Morby: 'City Music'

(Dead Oceans, 2017)

Publicado por Carlos Rodríguez - Hace 5 años
Kevin Morby: 'City Music'

Kevin Morby se ha hecho mayor. Sí, nació en 1988, pero la madurez que demuestra este chaval es anormal. En 2016 fue responsable de uno de los discos revelación de dicho año. Singing Saw era una colección de canciones impresionantes que te trasladaban de un extremo a otro del rock clásico. Pues Morby lo ha vuelto a hacer.​​​

City Music es el paso hacia adelante que necesitaba, y va camino de convertirse en uno de los artistas referencia en el panorama indie-folk, si no lo es ya.

Come To Me Now es de esas canciones echas para todo aquello que tenga que ver con la redención. Suena al Cohen más reflexivo y la voz es una reinterpretación del Dylan más pausado. Los sintetizadores son el colchón idóneo para que las ideas de Morby descansen y el panorama sea más bien ensoñador.

Con Crybaby el tejano demuestra que se mueve por todos los registros con una soltura que alcanza cuotas de brillantez. El pop más fresco y melódico se aúna con el light-rock en una pieza que te hará mover la cabeza. Si no es así... háztelo mirar.

Es bello, variado y no pierde la esencia en la búsqueda de abordar muchos registros

La cámara se acelera. Las luces se convierten en líneas continuas y las personas son meros muñecos inertes en el paisaje urbano. 1234 continúa con el pop más intrépido de Morby. Es corta, y es aseada, aunque el talento del ex-bajista de los Woods se despliega mejor a 30 por hora. Aboard My Train es un corte híbrido entre folk y hard-rock que destaca por la melodía vocal, siempre acertada y pegadiza.

Antes decíamos que el norteamericano estrujaba mejor sus composiciones cuando frenaba. Dry your eyes es blues. Guitarra pausada, un contrabajo prominente y coros que realzan los registros del artista. Es la Gran Manzana teñida por la noche.

Va camino de convertirse en uno de los artistas referencia en el panorama indie-folk

El paseo en la parte de atrás de cualquier taxi continúa con la canción que da nombre al album. Un parafraseo de versos casi hablados, enmarañados, en un punteo tan simple como disfrutable. Es una verdad incontestable que la mayoría de las veces menos es más. Y tiene su mérito que la distorsión, que de forma tan caprichosa serpentea por temas aparentemente folk, no te haga fruncir el gesto ni una vez.

Tin Can la podría haber firmado Lou Reed sin ninguna duda. Ahí está todo lo grande del ya desparecido líder de The Velvet Underground. Versos interesantes, rock clásico y melodías que se adhieren a la piel como si fuesen un tatuaje. Es una tónica general en este City Music. Lo que empieza reposado y limpio puede terminar despeinado y rasgado.

Qué bien modula su voz Morby. Caught In My Eye es brillante, preciosista, con matices que subrayan el rollo del oriundo de Lubbock. Está en el podio de los grandes logros del plástico.

Parecida es Night Time. El ruido natural de la grabación, tan denostado y eliminado en las grabaciones de las últimas décadas, se deja aquí como parte natural de la canción. Es un recuerdo de que lo que importa es el esqueleto, la intención, vamos, que la canción respire.

Pearly Gates vuelve a mostrar la facilidad de Morby para crear tanto canciones para el invierno como las paridas para degustar frente al mar en un día de bochorno. Ésta es un soplo de aire fresco en un día de calor. Y Dylan vuelve a asomar la testa, aunque con una buena dosis de pop.

Downtown´s Lights es para escucharla delante de una chimenea. O mientras caminas por la calle después de un nevazo. Y suena a antiguo, en el buen sentido de la palabra. Y también es conmovedor y melancólico. Casi podría afirmarse que es lo mejor del disco. Para ello hay que pasar por un camino de once curvas que preceden el final. Pero no es un sendero angosto, ni pesado. Es bello, variado, y no pierde la esencia en la búsqueda de abordar muchos registros. Es un trabajo excelente, la mejor manera de continuar aquel fantástico Singing Saw.

Más datos en http://pitchfork.com/reviews/albums/kevin-morby-city-music/