Disco

Jeremy Enigk: 'The Return of the Frog Queen'

(Sub Pop, 2018)

Publicado por Carlos Rodríguez - Hace 4 años
Jeremy Enigk: 'The Return of the Frog Queen'

Sólo hay que echar un vistazo por los estrenos internacionales para comprender que llevamos un lustro de reencuentros, reuniones y reediciones. ¿El motivo? La pasta, claro. Y los resultados son de lo más variopinto. En esta ocasión no vamos a hablar de la vuelta de una mítica banda, sino de la reedición de un debut discográfico, el de Jeremy Enigk, líder de los ya míticos Sunny Day Real State.

La jugada es inteligente, aunque no de genios superdotados. Sub Pop ya no es lo que fue, le duela a quien le duela, y la moda de que los noventa son lo más les ha venido de perlas. Pues los del logo blanco y negro van y reeditan el primer disco en solitario de Enigk, comandante de una de las bandas más exitosas del sello de Seattle. Como adelanto diré que si te gusta el imprescindible Diary de los SDRS, quédate, porque éste es tu barco. Si por el contrario no conoces dicho álbum, corre, salta desde la popa, y escúchalo ya. Sin perder tiempo.

La revisita de The Return of the Frog Queen tiene como atractivo la inclusión de varios cortes en otro formato, pertenecientes a una sesión llamada The End Sessions. Abegail Anne abre las entrañas del plástico. Pocas veces podrás escuchar una canción como ésta, tan bella, tan representativa de lo que está por venir. Corta y de una desgarradora melodía vocal. Sin desmerecer el resto, por supuesto, es, de calle, lo mejor del álbum.

Return of the Frog Queen refleja la tónica relajada, deudora del sonido semi-acústico tan explotado allá por 1996. Es el espejo donde se podrían mirar, además de SDRS, formaciones como The Violent Femmes, The Minerals o Galaxie 500. Es una síntesis de la facteta, ya no tan indie, que se despachaba por los EE.UU. en la segunda mitad de la última década del siglo XX.

Lewis Hollow da pena. Es una lástima que apenas haya tiempo de disfrutarla. Demasiado breve para disfrutar de su austeridad. Pero pongamos que Lizard es su continuación. Sería posible pues el alma, la intención, es la misma. No es tan minimalista como “Lewis Hollow”, pero los arreglos de flauta y clavicordio son extraordinarios. Y la voz de Enigk, en su versión agresiva, es casi tan terriblemente buena como cuando el norteamericano susurra sus pecados a los oídos del oyente.

Tiene como atractivo la inclusión de varios cortes en otro formato

La versión circense de lo que fue el sonido de la costa del Pacífico en la era post-grunge toma forma en Carnival, sin duda el corte más ambicioso del LP. No desmerece en absoluto a sus hermanas mayores, pero pierde un poco de identidad, al igual que le ocurre con Call Me Steam, que también está sustentada en trombones, violines y demás instrumentos que aportan riqueza sonora a las composiciones de Enigk, pero que pueden llegar a solapar al verdadero corazón de la canción.

Explain muestra al mejor Enigk en lo que a trabajo vocal se refiere. La intención del disco es siempre conseguir la brillantez, de forma un tanto pomposa a veces, pero si buscas la excelencia sin descanso lo más normal es que la acabes encontrando.

Discos así no se hacen, ni se harán

Un nombre me viene a la cabeza. Y es que este trabajo tiene algo del maravilloso All Things Must Pass de George Harrison. El doble disco del inglés también fue su debut post-Beatle, y , pese a que la producción estuvo comandada por Spector y su muro del sonido, consiguió un híbrido mágico de bestia sónica e intimidad. Salvando las distancias, este trabajo fue semejante, y una rareza en aquella época. Para que entiendas esta parrafada presta atención a Shade and the Black Heat y la más experimental Fallen Heart, piezas que concluyen el disco.

Las “bonus tracks” son una versión más rebajada, más lo-fi, de las presentadas originalmente. En realidad están más acorde con lo que Sub Pop publicaba a finales de los ochenta y principios de los noventa, pero es que uno de los tesoros de The Return of the Frog Queen es que manifiesta el espíritu de unos años, que nunca volverán, desde un prisma opulento y escueto a la vez. Discos así no se hacen, ni se harán. Pertenecen a una época. Su época.

Más datos en http://jeremyenigk.com/